Por qué usamos el lenguaje inclusivo en Tinkuy
Construir una sociedad que nos pertenezca a todes
En marzo 2020, Tinkuy Marka Academy tomó la decisión, como institución, de utilizar el lenguaje inclusivo con el uso de la "e" en sus comunicaciones internas y externas. Este es un lenguaje que el equipo de Tinkuy procura usar (todavía estamos aprendiendo), pero que de ninguna manera se impone a nadie, ni Pumas ni familias, pues se respeta la forma en la que cada quien prefiera expresarse, siempre y cuando esta también sea con respeto.
En este documento queremos abordar las principales dudas y cuestionamientos que, naturalmente, han surgido (y surgen) con una decisión como esta. No somos expertes ni tenemos doctorados en feminismo. No pretendemos plantear debates filosóficos, académicos o teóricos profundos, sino abordar preguntas de ciudadanes a pie, de educadores, familias, de personas que quieren cambiar el mundo para que todes nos sintamos acogides en él, pero que no ven la necesidad de usar la "e" para eso.
¿Por qué no usar el genérico masculino si eso es lo que dice la RAE?
La RAE ha aceptado muchísimos localismos y adaptaciones, anglicismos y diversas innovaciones porque se entiende que el idioma es un instrumento vivo, no estático, que evoluciona con la sociedad y justamente se "adapta constantemente" a las necesidades de les hablantes. Pero en el tema de género, la RAE ha sido más bien una institución conservadora. Y no es para menos, ¿sorprende acaso que no embandere la lucha por la igualdad de género a una institución que en sus 307 años de historia sólo ha tenido directores varones? ¿Será su prioridad la desmasculinización del lenguaje o no verán en ello un problema?
Para poner un ejemplo (de muchos que existen), hasta 2017, el Diccionario de la RAE definía "sexo débil" como "conjunto de las mujeres" y "sexo fuerte", "conjunto de los hombres". Fue una joven de 18 años, que con una iniciativa de Change.org pidió su modificación y en cuestión de unos días recogió más de 74.000 firmas, la que forzó a la RAE a modificar la definición. No la quisieron eliminar, pues, según ha explicado un portavoz de la RAE, el término seguirá en el diccionario pero incluyendo ese matiz, "dado que su uso está documentado". En la actualidad, en el término "sexo" aparece la expresión "sexo débil" con una "marca de uso" para matizar que se utiliza con "intención despectiva o discriminatoria". En cuanto a "sexo fuerte", otra marca que indica su uso "en sentido irónico".
Si crees que es un extremo “malograr” nuestra lengua, te invitamos a escuchar a Elena Pérez en esta charla de TEDx, profesora argentina de español, explica muy didácticamente la importancia de cambiar aquellos elementos (culturales) del lenguaje, que afectan nuestra forma de tratarnos y mal-tratarnos. Resalta cómo les hablantes del español no han tenido problemas con otros miles de cambios y nuevas palabras que entran al idioma, mientras que la llegada de la letra “e” ha generado un escándalo. ¿Te has preguntado por qué?
Ya, olvida la RAE, siempre lo hemos hecho así, una letra no es tan importante.
Toda lucha por la igualdad de derechos ha usado el lenguaje como un instrumento muy poderoso para su causa, porque lo que no se nombra, no existe. El racismo y la exclusión racial, el machismo y la misoginia, la xenofobia y el etnocentrismo, todos los extremismos se combaten necesariamente (aunque no sólo, claro está) en la esfera del lenguaje, desde el insulto descarado hasta la sutil omisión, todo importa, nada es casual (puede no ser adrede, pero es costumbre, y las costumbres… ¡se cambian!).
El lenguaje refleja la realidad, y el uso histórico del genérico masculino para hablar de grupos mixtos tiene su origen en la noción de que los que "contaban", los que tenían valor (los socios del club, los electores y candidatos, los propietarios, etc.) eran solo los varones (blancos). Esa realidad ha cambiado, y sigue cambiando en muchos aspectos, pero el lenguaje no ha evolucionado a la par. El genérico masculino legitimó y sigue legitimando la superioridad de los varones. Si seguimos utilizándolo para hablar de grupos mixtos, a la larga las niñas, niñes, mujeres y personas que no se identifican con el masculino, seguirán sintiendo que no tienen un espacio y valor igual en la sociedad.
Ok, entonces ¿por qué no usar todos y todas? ¿qué importa si es un poco largo? ¡Al menos es gramaticalmente correcto!
La opción de todos y todas es buena, aunque tediosa, cuando queremos referirnos a personas que se identifican como hombres y mujeres. Sin embargo, a pesar de que hay muy pocos estudios y estadísticas, se estima que entre el 25% y el 35% de la población trans se considera no-binaria, es decir, no se identifica ni como hombre ni como mujer. Para muches, todo esto sonará extraño y no faltará quien pensará que eso es producto de la "confusión" que se está generando por tanta "libertad" e "ideología de género". Ciertamente están quienes piensan que sólo hay dos géneros: hombre y mujer, y todo lo demás no existe.
Pues es fácil pensar eso y juzgar cuando une ha nacido y crecido cómode en su propia piel. Pero no todes tienen ese privilegio (porque en nuestra sociedad, es un privilegio). Tratemos de ponernos en su lugar: “… no todes nos identificamos dentro de ese binario, no todes queremos una transición binaria, no todes queremos, si quiera, modificar nuestro cuerpo y eso también está bien… y es realmente nocivo para nosotres vivir en un mundo que sigue pensando que somos productos fallidos, no soy un alma puesta en un cuerpo equivocado, soy un ser, con alma y cuerpo, en un mundo equivocado” (EME, 2015, negritas nuestras).
Aquí una breve Fact Sheet sobre Non-Binary Identities de la American Psychological Association (APA 2015).
Pero más importante aún, la gramática se construye, y lo importante en la gramática, además de la estructura, es la concordancia en género y número y los tiempos verbales. En ningún momento estamos proponiendo echar eso por la borda, sino todo lo contrario, reforzar las reglas gramaticales para que exista una mayor concordancia entre estas y la realidad. Este video explica por qué y cómo se utilizan las nuevas reglas gramaticales del lenguaje inclusivo.
¿Por qué destruir el español que es un idioma tan bonito?
No se trata ni siquiera del español. Este cambio se está produciendo en otros idiomas también. En inglés, que tiene menos problemas con el género de los adjetivos, existe ya todo un movimiento respecto a los pronombres que usamos para referirnos a las personas. Les niñes y adolescentes aprenden desde chiques que pueden escoger con qué pronombre elles se identifican, si no es ni con she/her/hers (ella) o he/his/him (él).
Este, según la APA, es un tema de suma importancia para las personas no-binarias, quienes escogen identificarse como they/them/theirs como pronombres singulares. Este video es muy claro y sencillo para entender por qué lo más respetuoso y cuidadoso hacia estas personas -que pasan la vida enfrentando mucha marginación, desprecio y violencia- es utilizar el pronombre que ellas escogen y no asumirlo por su apariencia.
¿Para qué confundir a les niñes que recién están aprendiendo a hablar y escribir correctamente?
Queremos que "correctamente" sea redefinido como "teniendo en consideración tanto la gramática como los sentimientos de les demás". Esta niña les puede explicar con mucha claridad por qué es tan importante y mostrarles que les niñes no se confunden ("no es una palabrita, es un derecho", dice ella).
La otra razón es porque les niñes de género no-binario lo son desde más temprano de lo que imaginamos, y batallan soles con esa terrible realidad que le impone una sociedad que no les ha dado un pronombre para nombrarse. En este video pueden ver (en los primeros 5 minutos) el testimonio de une peruane que vivió esto desde niñe, por si están pensando que este es un tema de adultes:
¿Cómo van a saber cómo escribir correctamente?
Todo cambio supone ajustes y es un proceso. Es natural que genere resistencias y hasta protesta. Es natural también que de vez en cuando cometamos errores (y seguro los encontrarán), pero lo que importa es la intención y el esfuerzo de abrazar ese cambio para construir una sociedad mejor, y un mejor idioma español, más inclusivo, más justo.
Eso no quiere decir que no hay reglas a seguir. Y la alternativa que hemos escogido es la que se presta mejor a la implementación en el lenguaje oral y escrito con la corrección gramatical que corresponde. Aquí tomamos como guía, en términos generales, el "Pequeño manifiesto sobre el género neutro en castellano" en Primera edición de Rocío Gómez (2016), cuyo objetivo es "la estandarización del género neutro en castellano, haciendo las veces de manual de corrección gramatical y estilístico" (p.3). Y en eso consiste la siguiente sección.
Pautas para la gramática del género neutro en tinkuy
Lo que viene a continuación son las principales reglas gramaticales que recogemos de la autora y su aplicación en nuestra institución.
Casos generales
El género neutro tiene un plural genérico ("les ciudadanes", por ejemplo), un singular genérico ("para todas aquellas personas que no se consideren dentro del binario", por lo que se podría usar "María es alte"), y un indefinido (cuando se desconoce aún el género de la persona, como en "le nueve empleade llegará pronto"). Si sabemos que María se identifica como mujer, entonces podemos decir María es alta.
Al género neutro le corresponden también pronombres neutros. Gómez propone usar Ele y Eles porque suena mejor, nosotres vamos a continuar con el uso de Elle/Elles, al menos por ahora.
Los objetos y animales no tienen género neutro. En este sentido, existen especies de animales que se identifican con un solo género "neutro", por ejemplo, se dice la serpiente macho, el pingüino hembra. De la misma manera, se dice el Puma hembra. Por eso cuando nos referimos a los Pumas seguimos diciendo los y no les.
Todos los modificadores directos de un sustantivo neutro deberán ser neutros.
Casos especiales
Casos en los que los acentos se mantienen en las mismas sílabas:
Cuando una palabra, sea sustantivo o adjetivo, termine en una sílaba cuya consonante es la c, ésta se convertirá en qu. Así, y retomando un ejemplo anterior, el neutro de simpático/simpática no será simpátice, sino simpátique.
Cuando una palabra termine en una sílaba cuya consonante es la g, ésta se convertirá en gu. Así, por ejemplo, mago/maga pasará a ser mague.
Cuando una palabra termine en gua/guo, la u pasará a tener diéresis. Así, por ejemplo, contiguo/contigua pasará a ser constigüe.
Cuando una palabra termine en una sílaba cuya consonante es la z, ésta se convertirá en c. Así, por ejemplo, mozo/moza pasará a ser moce
En caso de que el femenino termine en a pero el masculino no termine en o —como, entre otros, los masculinos terminados en or, como trabajador o traductor— el neutro devendrá del femenino y mantendrá el acento en la misma sílaba (trabajadora/trabajadore, traductora/traductore).
Cuando una de las palabras de la construcción (neutra) ya es indefinida (ej: asistente, inteligente) no será necesario modificarla; sólo se adaptarán el resto de las palabras de esa construcción.
Cuando el masculino termina en e pero el femenino en a, usaremos el masculino para el género neutro les presidentes, les jefes, le jefe, incluso le juez, pero el masculino o femenino para dichos géneros cuando nos referimos a personas que se identifican expresamente como varones o mujeres. María es la jefa del departamento y José es el Presidente del directorio.
Cuando el masculino termina en e pero el femenino no, usaremos el masculino adaptando el resto de palabras (por ejemplo, héroe/heroína, diremos les héroes en plural genérico, le héroe en singular genérico, él héroe para referirnos a un héroe que se identifica expresamente como varón, y la heroína para referirnos a una heroína que se identifica expresamente como mujer).
Quedan por abordar algunas excepciones en las que existen palabras diferentes para el masculino y el femenino, como es el caso de príncipe y princesa.
No ceder al ridículo
No falta la gente y los expertos, lingüistas y demás, que harán uso de argumentos ridículos para frenar este cambio. Es importante no caer en el juego. Por ejemplo, hay el experto que dijo "¿Diríamos, por ejemplo, le papa? ¿Cómo saber si hablamos de la papa, el alimento, o el papa, dignatario máximo de la Iglesia?", se preguntó. A lo cual, se puede responder racional y calmadamente que:
Lamentablemente en la Iglesia Católica el papa siempre es varón, hasta el momento al menos.
La papa, por otro lado, es un tubérculo y no tiene género.
Si llega el día en el que la Iglesia Católica aceptase que haya Papas mujeres y de género no binario tal vez no se les llame Papas, entonces podremos tener el debate en ese momento, aunque en ese mundo alternativo, imaginamos que será irrelevante.
Y así como esa, hay muchas otras joyas del sarcasmo. Es difícil tender puentes de diálogo cuando le interlocutore ridiculiza tu posición, pero se entiende que viene del miedo al cambio, y, como la niña del video, lo importante es tener bien claro por qué y por quiénes lo estamos haciendo.