¿En qué se diferencia Tinkuy del unschooling?

El unschooling es una forma de aprender (impulsada por John Holt originalmente en los años 70s), usualmente fuera del sistema formal, a través de actividades que le estudiante elige con libertad y a su ritmo, en lugar de seguir un currículum pre-determinado, clases o actividades planificadas por otres. Un ejemplo muy bueno de aprendizaje libre, o unschooling, en Estados Unidos, es el de las escuelas Sudbury, donde “los alumnos son los únicos responsables de su educación, de sus métodos de aprendizaje, de su evaluación y de su entorno.”

Esto suena bastante a Acton Academy y Tinkuy Marka. De hecho, suena igual. Y es que hay muchos elementos comunes. Ambos enfoques se fundamentan en un respeto profundo por el proceso y la libertad de cada niñe, por su agencia como individue, y por su capacidad de tomar las riendas de su propio aprendizaje. Ambos enfoques proponen que sean les niñes, les estudiantes (o los Pumas, en nuestro caso) quienes lideren su propio aprendizaje. Hay mucho en común y es, por ello, fácil pensar que son casi lo mismo. Esto puede dificultar el proceso de buscar una alternativa, para las familias que ya tienen claro que buscan algo diferente a la educación tradicional.

Entonces, ¿cuál es la diferencia? En este post nos enfocaremos en dos aspectos clave que diferencian a Acton (y Tinkuy) del modelo Sudbury y de unschooling, según el testimonio de diferentes fundadores de Acton Academies alrededor del mundo.*

El rol de les adultes es creativo y activo al inicio, y se encoge con el tiempo

En una escuela Sudbury, les estudiantes usan su tiempo como quieren, y aprenden como resultado de la experiencia cotidiana, más que a través de los cursos. Tienen control total de lo que hacen, lo que aprenden y cómo aprenden. Algunes, por tanto, pueden elegir jugar videojuegos o a perseguirse en el jardín todo el día, todos los días, y les adultes no hacen, literalmente, nada. Esperan hasta que une estudiante les pida ayuda o les enseñe algo sobre lo que tenían curiosidad. Esta filosofía se puede entender leyendo el libro Free to Learn, de Peter Gray, un excelente y hermoso testimonio y análisis de la propuesta de unschooling detrás del modelo que siempre recomendamos leer.

La principal diferencia entre la propuesta de Sudbury y la de Acton Academy, es que les guías de Acton (y de Tinkuy) se “encogen” en autoridad, hasta que esa autoridad es reemplazada por la realidad, es decir, el mundo real que presenta límites, intereses y consecuencias. En Sudbury, les adultes esperan "ser necesitades" mientras suministran (gratuitamente) cualquier cosa que une estudiante pueda solicitar.

En Tinkuy, el trabajo de une guía consiste en ofrecer juegos y retos que simplifiquen y acentúen las luchas arquetípicas y los modelos mentales del mundo real -como el Viaje de Héroe- de tal manera que los Pumas aprendan/adquieran habilidades y forjen un carácter noble y resiliente. Les guías de Tinkuy no tienen que inventar todo esto desde cero porque la red de Acton está probando constantemente nuevos juegos y sistemas, así como las listas y los marcos que los introducen y secuencian.

A medida que los Pumas crean una comunidad que se asemeja a una sociedad civil sana en el mundo real, les adultes pueden dar un paso atrás, pues ya no son necesaries para proporcionar opciones de retos, herramientas, marcos y sistemas, porque los Pumas pueden hacerlo por sí mismos.

La libertad precede a la responsabilidad, siempre

Otra diferencia fundamental es que en el modelo de unschooling que sigue, por ejemplo Sudbury, les niñes son libres como base y principio de todo. Libres para escoger y decidir, sin límites impuestos por adultes (incluso si desean salir del espacio físico o no asistir). Esto se basa en la creencia de que la motivación intrínseca por aprender llevará al verdadero desarrollo de les estudiantes. Ningune adulte sugiere o presiona a une estudiante a aprender algo en determinado momento.

En Tinkuy, y en Acton, las libertades se ganan y vienen de la mano de la responsabilidad. Esto es muy importante para sostener nuestra comunidad learner-driven. Cuando les estudiantes asumen la responsabilidad de su propio aprendizaje, esto no es solo declarativo, sino que firman compromisos explícitos con sus papás y mamás, con sus compañeres y sus guías, de dar lo mejor de sí y de hacerlo con honor. Y luego, a cada paso, con cada actividad y sistema, en el día a día, ayudamos a les niñes a experimentar cómo se relacionan la libertad y la responsabilidad.

Mientras en una escuela democrática, como las de Sudbury por ejemplo, se puede observar a estudiantes pasar el día “escrolleando” en sus celulares sin que les adultes hagan nada (porque les estudiantes escogen libremente esa actividad), en Tinkuy y en Acton, desafiamos a nuestros Pumas (o Eagles) a ser curadores de la cultura. El proceso impulsado por el Puma implica inherente y necesariamente el aprendizaje de cómo construir una comunidad y una cultura para que personas con una visión compartida prosperen: desarrollen su potencial. Les guías no impondrían una regla de "Prohibidos los celulares", sino que facilitarán discusiones socráticas sobre los límites a la tecnología. Serán los Pumas los que apaguen sus teléfonos cada mañana, de buena gana, al entrar en sus studios, porque han decidido que es una distracción para su aprendizaje, y lo han acordado juntos como comunidad.

A cada paso, y con cada actividad y sistema, en el día a día, ayudamos a les niñes a experimentar cómo se relacionan la libertad y la responsabilidad. El propósito de los studios es ayudar a les niñes a prepararse para desenvolverse bien en el mundo real. Tinkuy no es un lugar para que la gente simplemente haga lo que quiera, porque eso no funciona en la vida real, si lo que quieres es descubrir tu propósito y cambiar el mundo.

Por eso, la labor de les guías es preparar experiencias para ayudar a les niñes a reflexionar en profundidad sobre las distintas autoridades de su vida en el mundo real, sobre quiénes son, en qué tipo de persona quieren convertirse y sobre cómo elegirán navegar por sus vidas.Las discusiones socráticas, la estructura y las elecciones cotidianas en un studio de Tinkuy invitan intrínsecamente a les niñes a ser respetades, considerades como capaces y con poder para liderar, en el mundo real que ya es su studio, con sus atractivos y dificultades. Esto aporta un sentido de presencia, arraigo, apropiación y empoderamiento para les niñes. Es por eso que los Pumas conquistan más y más libertad al haber interiorizado su responsabilidad, y no antes.

¿Qué es mejor?

Ninguna. La respuesta siempre será: depende de la familia, de le niñe y de lo que están buscando.

La propuesta de Sudbury tiene décadas formando miles de estudiantes y funciona para familias que buscan entornos no estructurados y de plena libertad. Familias convencidas de que la única forma de que sus hijes vivan una vida plena y feliz, es que sean libres y felices desde ahora, sin restricciones a su creatividad y a su voluntad. Familias convencidas de que tode niñe aprende lo que tiene que aprender a su manera y en su momento, sin necesidad de que les persigan, limiten o presionen. En Perú hay, de seguro, algunas propuestas que se asemejan, aunque no son tan antiguas como esta, y que muy probablemente ofrecerán espacios de aprendizaje felices para estas familias y sus hijes.

Tinkuy en cambio es una propuesta que funciona bien para familias que buscan un espacio que desafíe a sus hijes, que aspiran a que desarrollen sus talentos únicos de manera plena y encuentren un propósito que cambie el mundo. Familias motivadas a emprender su propia ruta de héroe y que quieren lo mismo para sus hijes, convencidas de que esto sólo sucede con esfuerzo, dedicación y perseverancia. Familias que no le temen al fracaso, que admiten sus errores aunque les cueste, y que están dispuesta a aprender con humildad.

Tinkuy es para familias que buscan un espacio que prepare a sus hijes para la vida y el mundo real, convencidas de que para que sus hijes lleven una vida plena, independiente y feliz, hay que dejarles equivocarse, fracasar y asumir las consecuencias, aunque dolorosas, de sus decisiones desde ahora. Que creen en nuestro lema: fallar temprano, barato y bastante, entendiendo que “barato” no significa “sin llanto o dolor”, sino “sin daño grave permanente”. Familias que creen y confían en sus hijes: que aprenderán de la experiencia, que son más fuertes y más sabies de lo que cualquier adulte se imagina, y que no necesitan ser rescatades o sobreprotegides. Familias que confían en que la vida real que Tinkuy les ofrece, en un entorno amable y respetuoso, les enseñará, naturalmente, a hacerse responsables y resolver sus problemas con autonomía, ayudar a otres, y, al mismo tiempo, entender que hay límites para vivir en sociedad, que el mundo no se acaba cuando algo sale mal, que son fuertes y la adversidad no les va a derrumbar.

*Tomado y adaptado de un intercambio entre fundadores de Acton Academies alrededor del mundo.