Por Yassira Huarcaya
¿Cuál es tu mayor pregunta sin respuesta? ¿Qué es eso de lo que quieres saber más? ¿Cuál es tu mayor curiosidad? A medida que crecemos, me atrevería a decir que no nos hacemos tantas preguntas sin respuesta y, sumado a las nuevas tecnologías que nos acompañan, cuestionarse sin saber la respuesta se vuelve incluso algo “pasado de moda”.
Algo que admiro y extraño de la etapa de la infancia, es la capacidad de asombro que acompaña los descubrimientos de les niñes. Encontrar su rostro en el espejo, descubrir su sombra, asombrarse con el hipo o ver un insecto moverse, son descubrimientos emocionantes que en la edad adulta pasamos por alto.
Cuando era pequeña, de unos seis años aproximadamente, una de mis más grandes dudas era saber cómo amanecía; nunca lograba entender cómo pasaba de estar oscuro a estar claro. Recuerdo preguntarme ¿Hay una luz? ¿Quién prende la luz? ¿Quién tiene una luz tan grande? En ese tiempo me dieron algunas respuestas, desde la más científica hasta la más espiritual.
Sin embargo, nada me terminaba de convencer. Nunca podía verlo por mí misma, porque siempre me dormía temprano para ir al colegio al día siguiente, y en vacaciones nadie quería acompañarme de madrugada a sentarme en la azotea (e igual me quedaba dormida).
Hasta que un día de año nuevo le dije a mi primo, dos años mayor que yo, que tenía que descubrir algo. Nos sentamos en la azotea mientras los adultos celebraban pisos abajo. El acuerdo era pellizcarnos si nos dormíamos y así nos pasamos horas de horas esperando a que amaneciera. ¡Lo logramos!, pude ver el amanecer y recuerdo la emoción y sensación de hallazgo que sentí en ese momento.
La curiosidad puede nacer de lo cotidiano o partir de preguntas más elaboradas. Durante el Quest de Growing Curiosity se da apertura a estas preguntas, la Guía debe ser neutral pero también demostrar curiosidad por aquella pregunta que pueda ser evidente frente a lo que ya conocemos.
En el primer Growing Curiosity que acompañé, recuerdo que uno de los Pumas de tres años tenía una pregunta muy particular ¿Cómo se abren las mamparas? La pregunta nos generó gracia e incertidumbre a la vez. No fue una de las preguntas elegidas por los Pumas para indagar en el Quest, ya que los Pumas más grandes coincidían en que era “algo que ya sabían”. Sin embargo, nos dio curiosidad saber a qué se refería quien formuló esta pregunta, y fuimos muy observadores ya que el pequeño Puma no tenía aún un lenguaje vasto para explicarse.
Al día siguiente, observamos cómo este Puma corría a través del Studio; salía por la mampara que se encontraba abierta en ese momento, daba la vuelta por la cocina, y volvía a entrar corriendo al Studio. Lo hizo varias veces, tropezando con algunos Pumas y materiales en el camino. Hasta que uno de los Pumas más grandes se paró y le dijo “no puedes correr por aquí” y procedió a cerrar la mampara. El Puma volvió por la cocina e intentó entrar al Studio por el otro lado, pero se dio con la mampara cerrada. Hizo una cara de enojo e intentó por mucho rato abrirla; a pesar de sus intentos, no lo logró. Ahí entendimos el porqué de su curiosidad e interés.
En estos días estamos desarrollando otro Growing Curiosity. Ayer abordamos la pregunta ¿por qué la Luna es transparente? La respuesta puede parecer obvia, “la Luna no es transparente”. Sin embargo, desde la curiosidad indagamos más allá, para entender a qué se referían con esa pregunta. La Puma nos dice que hay días en que parte de la Luna es transparente, que a veces está completa, pero a veces se va haciendo transparente y ¿por qué pasa eso, acaso cambian de Luna? Nos tocará acompañar desde la intriga y curiosidad, nos tocará pensar más allá de lo evidente e investigar, porque aquello que puede ser obvio para nosotres, es un gran descubrimiento para otres.
Y ¿cuál es o fue tu mayor pregunta sin respuesta?