Lección de Integridad

Por Alexandra Kunupaz 

Desde hace varios años, cargo con la idea de que consumir noticias sobre política es doloroso y desesperanzador. Como antídoto a la dura realidad, tengo presente lo que decía Mr. Rogers: “Cuando era niño y veía cosas aterradoras en las noticias, mi madre me decía: ‘Busca a los que ayudan. Siempre encontrarás gente que ayuda’”. La ayuda viene en muchas formas. Por eso, considero necesario aferrarme a las luces de esperanza para renovar la fe, como dijo Inés hace unas semanas. Así que hoy vengo a compartirles mi rayito de sol.

En la segunda semana del segundo trecho, los Pumas ponen sobre la mesa dos temas: democracia y justicia; temas cruciales para nuestra sociedad (no importa cuando leas esto). Dos de los procesos más importantes que se aprenden en Tinkuy son la autogestión y el autogobierno. Como parte de este último, los Pumas deciden entre formas de gobierno más autocráticas y más democráticas. Y lo hacen votando por les tres integrantes del Consejo, quienes, guiades por acuerdos y contratos de studio, manejan casi todas las decisiones difíciles que afectan a la tribu. 

Para elles, formar parte del Council es un gran honor y una enorme responsabilidad. El criterio para su elección es que debe estar compuesto por aquellos Pumas que inspiren a los demás y hayan terminado el primer trecho sin activar alertas (que se activan cuando cruzan un límite del studio o no cumplen con las responsabilidades mínimas). Es así que, al terminar el Quest de Build the Tribe, los Pumas propusieron a sus candidates, y realizaron su votos, con resultados apretados. La última plaza se definía entre Giulia y Camilo. La diferencia era de un voto a favor de Giulia. Parecía que estaba todo cerrado, hasta que Mayu, miembro del Consejo del primer trecho y quien había liderado la votación, recordó que él no había votado y su voto fue para Camilo. Produjo, entonces, un empate. 

Giulia se hizo escuchar y manifestó que le parecía injusto lo que había pasado, porque ya se había cerrado la votación. Mayu propuso, entonces, volver a votar. Les demás aceptaron y se reabrió la votación. Esta vez, ganó Camilo. ¿Habíamos presenciado un fraude electoral? Los Pumas no lo vieron así y el Council se instaló.

En el Town Hall del lunes de esta semana, Camilo propuso un tema que había venido cavilando por varios días. “No me parece justo que Mayu haya dicho que se olvidó de votar para cambiar el resultado y que Giulia no sea parte del Council. Creo que lo hizo porque soy su amigo o no sé, pero creo que Giulia debería entrar en mi lugar”. Todos los Pumas estaban atentos a Camilo. Se notaba que era algo que le costaba decir. Lima le preguntó si se sentía bien y le ofreció un vaso con agua. Camilo se mantuvo entero —no sin esfuerzo—, respiró hondo y aclaró que estaba bien. Algunas voces rompieron el silencio y propusieron una nueva votación. Giulia apoyó la moción. Si ella entraba a ocupar el puesto de Camilo, proponía volver a abrir la votación, pues consideraba que las reuniones que había liderado en el Council no se habían dado de la mejor manera.

Los Pumas cuestionaron la dimisión de Camilo. Lima le pidió a Camilo que explique un poco más el por qué de su decisión: “Camilo, explícanos el “why”. ¿Ya no quieres ser miembro del Council?”. Camilo trató de explicar pero se vio abrumado por más preguntas y cuestionamientos, hasta que reclamó con firmeza: “Lima, ¿me dejas responderte?”, y volvió a tomar fuerza para explicarse: “No es que no quiera ser del Council; sí quiero, pero no es justo que Mayu haya hecho eso para cambiar el resultado y que Giulia no sea del Council. Eso es corrupción”. La discusión continuó al día siguiente.

El martes, Camilo comenzó reconociendo que apreciaba mucho el gesto de Mayu. Mayu, por su parte, aceptó con entereza y naturalidad las observaciones de Camilo, como alguien a quien genuinamente no se le había ocurrido que un buen gesto podría tener impactos no deseados y ahora los podía ver. Amadeo señaló que Giulia había sido muy dura cuando fue Council y que no lo había hecho bien. Camilo confirmó el argumento de Amadeo, pero lo rebatió añadiendo un punto inspirado en el Hero’s Journey y la mentalidad de crecimiento: “Sí, es cierto, pero ella también dijo que prometía hacerlo mejor si le daban otra oportunidad y yo le creo”. Lo dijo con lágrimas en los ojos y se cambió de lugar para cederle el espacio a Giulia. Lima lo frenó y le dijo que no era justo, que él no podía cederle su espacio así nada más, sin que todes voten. “Sería como si Keiko fuera presidenta y luego le diera el puesto a su papá”. Se escuchó en coro un “¡Uuuuhhhhh!”. Todos se unieron para verbalizar la gravedad del argumento de Lima. Reclamaron a Camilo que le estaba quitando la oportunidad a otros que también querían ser Council. Alguien por ahí se dio cuenta de que no era lo mismo, pues era como cuando un vicepresidente reemplaza a un presidente, una sucesión por votos y no a dedo.

Lima continuó y planteó tres opciones: votar nuevamente para que otro Puma entre a esa plaza disponible, que siga Camilo o que entre Giulia. Camilo aclaró que no estaba renunciando y solo iba a ceder su puesto si Giulia lo aceptaba porque sentía que se había cometido una injusticia. La guía enfatizó este punto. Giulia escuchó con atención y aclaró que había entendido la propuesta de Camilo, que la aceptaba, y no haría ninguna votación. Giulia también reconoció que no había sido una buena Consejera antes y dijo que ahora sería diferente. Habíamos regresado al resultado inicial. Lima entonces planteó que se cree un período de prueba para Giulia pero el resto del studio le dijo que estaba complicando demasiado las cosas. Con su experiencia, parecía desconfiar. La guía le preguntó por qué, ella presentó argumentos y perdió la moción. Se dio por finalizado el Town Hall y todes se dirigieron a trabajar. Camilo se quedó conversando con Joaquim y le comentó: “Qué buena es Lima para convencer, puede hacerte cambiar de opinión muy rápido. Tiene mucho poder en el studio”.

Ese mismo día, más tarde, hubo una disputa entre dos Pumas, uno de 12 y una de 6, y Giulia demostró claridad, ponderación, empatía y compasión en la forma cómo fue procesando la información y las alternativas de solución junto con sus compañeres del Council. Siendo la menor del trío, tomó el liderazgo en el proceso de reflexión, mostrando que quiere y puede hacer las cosas de manera diferente.

Los Pumas tuvieron una discusión socrática profunda e intensa, con fundamentos sólidos y apertura. A veces, se puede tener la tentación de creer que el tiempo dedicado a resolver estas cuestiones de gobernanza resta espacio al aprendizaje. Sin embargo, después de escuchar este debate, claramente es todo lo contrario. En una sociedad libre, estas situaciones pueden proporcionar las lecciones más importantes y nuestros Pumas necesitan estar equipades para lo que viene, para marcar la diferencia en donde sea que estén.

Pensar con claridad lleva a tomar buenas decisiones,
tomar buenas decisiones lleva a adoptar los hábitos adecuados,
los hábitos adecuados forjan el carácter,
y el carácter determina el destino.
— Laura Sandefer