Por Laura Sandefer*, traducido y adaptado por Inés Kudó y Julio Príncipe.
* Esta semana nos pareció oportuno reflexionar alrededor de un post que Laura Sandefer, fundadora de Acton Academy, publicó el 9 de marzo de 2021 en su blog On Being an Acton Academy Parent. La versión que compartimos ahora está inspirada en el post de Laura y recreada a nuestra realidad y contexto.
Laura nos propone en su post que hay dos rasgos que producen el mayor impacto a la hora de preparar a nuestros hijes para que se conviertan en seres humanos prósperos, independientes, amables y decididos. Estos son:
paciencia y
empatía por nuestros hijos.
Es importante recordar que rasgos como “paciencia” o “empatía” no se pueden enseñar con charlas o consejos, aunque estos pueden ayudar. Lo que demuestra la experiencia es que los rasgos más que “enseñarse” pueden cultivarse en casa, no sólo dando el ejemplo sino haciéndolos parte de la forma en que nos relacionamos con nuestros hijes.
Cuando permitimos y alentamos que rasgos como paciencia y empatía sean parte de nuestra forma de relacionarnos en casa, creamos un espacio para que nuestros hijes lo puedan poner en práctica no solo como familia sino como Pumas y en un futuro como ciudadanos.
Metafóricamente, podemos ver la paciencia y empatía como músculos que se entrenan y fortalecen desde casa. Laura, inspirada a su vez en ideas de Jake Thompson de Heroes Academy (y ahora líder de la red de Acton), nos comparte algunos consejos para ayudar a que se ejerciten estos músculos diariamente:
Practicar la paciencia con tu hije
Conócete bien. Ser capaz de calmarte cuando sientas que se está poniendo a prueba tu paciencia. Respirar profundamente. Hacer una pausa. Callar es mejor que gritar cuando se acaba la paciencia.
Desacelera. Las prisas hacen que el hijo sienta presión y ansiedad.
Vive el momento. “Detente, mira y escucha” cuando estés con tu hije, en modo atento, abierto y de ritmo lento. Imagínate el lujo de simplemente disfrutar de su presencia.
Lleva un diario de gratitud. Se ha demostrado que esto ayuda a postergar la gratificación, que es lo mismo que practicar la paciencia.
Recuerda lo difícil que es aprender y crecer. Pronto verás florecer la paciencia en este terreno fértil que también es donde está arraigada la empatía.
Practicar la empatía con tu hije
Conoce continuamente a tu hije. Se supone que los papás y mamás conocen bien a sus hijes. Pero ellos están creciendo y cambiando cada día, así que haz buenas preguntas. Escucha plenamente.
Aprovecha el tiempo con tu hije con una intención clara. En cenas familiares, reuniones familiares y narraciones de cuentos. Incluye en esos momentos conversaciones con dilemas morales; ábrete a descubrir algo nuevo sobre tu hije, en lugar de decirle las “respuestas correctas” o darle consejos.
Habla con tu hije sobre los sentimientos con frecuencia. Aprende a nombrarlos y asumirlos sin vergüenza.
Practica con tu hije la resolución de conflictos. Se gana mucho cuando dejas de esconder los problemas debajo de la alfombra. Habla con tu hije. Llega a un punto de perdón y suelta. Pasa la página.
Comparte. Al igual que con la paciencia, transmite tus habilidades para calmarte (respirar profundamente, detenerse y contar).
Utiliza un lenguaje que comunique empatía. Aquí hay algunos ejemplos:
"Eso realmente debe haber herido tus sentimientos".
"Puedo imaginar que es una situación difícil".
"Me parece que te sientes muy bien con tu decisión. ¿Es así?".
“Te escucho decir que te sientes ______. ¿Es así?”.
"Te amo".
"Estoy contigo".
“Estoy de tu lado”.
Afortunadamente, como Laura, también hemos podido acompañar y atestiguar más de una vez este tipo de conversaciones con Mapaches y Pumas en diferentes momentos de la historia de Tinkuy, especialmente en situaciones desafiantes (no importa si es en un Family Day, un Exhibition o una Alert Meeting).
Como Mapaches, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de crear en familia conversaciones que hagan de las experiencias que tienen nuestros Pumas puntos en el journey familiar que pasen de ser desafiantes a meaningful.
No importa la situación que estemos atravesando, sigamos aprendiendo y acompañándonos a aprender juntes como comunidad con generosidad, compasión y vulnerabilidad.
Sigamos inspirándonos y practicando la paciencia y la empatía en nuestras interacciones, en especial con nuestros Pumas, y disfrutemos de cómo esto se empieza a manifestar en la vida de nuestros Pumas.