Por Inés Kudó
El sábado 7 de septiembre se cumplieron siete años desde que Acton Academy nos aceptó como parte de la gran comunidad de microescuelas learner-driven. Han sido años intensos, sorprendentes, agotadores, transformadores.
Nunca imaginé, cuando me embarqué en esta aventura, que me encontraría (o quizás estrellaría) con los mayores aprendizajes de mi vida. No contemplé que el impacto personal sería tan grande y profundo.
Hoy soy una persona muy diferente a la que inició esta ruta. Probablemente lo más importante y retador ha sido ver en mi hijo un espejo de aquello que aspiro a ser y aquello que más necesito superar o cambiar. Me doy cuenta de que este será un trabajo permanente y me emociona la idea de seguir creciendo, aprendiendo, evolucionando.
Puedo decir, con seguridad, que a pesar de los momentos difíciles, he disfrutado de esta ruta. Además de mis propios aprendizajes y crecimiento, he visto a niñes, mamás y papás, sanar, crecer, conectar entre sí y construir lazos de confianza y respeto que transformarán sus vidas, o ya las han transformado.
Lo que me impulsa a seguir adelante es haber encontrado una alternativa para una vida más plena, familiar y personal. Esta aventura consiste, fundamentalmente, en forjar carácter y vínculos sanos y profundos. Buscamos que todes disfruten de una experiencia de crecimiento personal y familiar, en comunidad.
Laura Sandefer, fundadora de Acton y autora del libro Valor para Crecer, decía en su discurso final en la Conferencia Anual de Fundadores de Acton 2024, que la palabra "enjoy" (en+joy) significa "put in the joy". No es solo sentir alegría, sino buscarla y traerla a tu vida de manera activa.
Busqué el origen etimológico de la traducción al español de enjoy ("disfrutar"), y encontré que significa "sacar el fruto" o "gozar del producto", "obtener bienestar, alegría o felicidad del fruto".
La relación de la palabra con la raíz fructus (fruto) pone énfasis en haber cultivado algo con esfuerzo, tiempo y paciencia, que luego será semilla de algo más. Me gusta también que el sufijo "dis" signifique no solo extraer, sino separar o repartir. Lo interpreto como que disfrutar no es solo extraer lo bueno, sino saber separarlo de lo demás y repartir o irradiar la alegría de los resultados que logras a todo tu ser y a otres.
Solo tú puedes elegir disfrutar, nadie lo puede hacer por ti. Cuando enfrentas tus miedos, cuando tus principios se ponen a prueba, cuando sales de tu zona de confort, cuando superas un obstáculo, cuando enfrentas una conversación difícil, pueden ser experiencias que aporten bienestar a tu vida si sabes y decides extraer y repartir sus frutos.
En la práctica, parece hasta contradictorio. Dejar a tu hije intentar y fracasar para que aprenda de esas experiencias, desarrolle resiliencia, grit, compasión, armonía, se vuelva una persona confiable, consciente, es un acto de fe que se pone a prueba con cada crisis. El joy está en superar el conflicto, en la confianza mutua que se va construyendo y en el carácter que poco a poco van forjando, Pumas y Mapaches.
Forjar carácter es una ardua tarea. La sociedad de hoy pone todo en contra llenándonos de opciones fáciles, rápidas, divertidas, cómodas, que a la larga nos reblandecen y debilitan. Criar en estos tiempos es un tremendo reto por sí mismo, hacerlo con consciencia e integridad (muchas veces contracorriente) puede ser abrumador.
La pregunta que me he hecho en estos días es: ¿cómo Tinkuy puede apoyar? Después de mucho reflexionar sobre qué es lo que realmente importa en nuestro servicio y leer los mensajes de gratitud que hemos recibido de parte de Pumas y Mapaches, lo entendí: ofrecemos oportunidades de aprendizaje reales y significativas, día a día, a Pumas, mamás, papás y Guías, para forjar un carácter íntegro, crecer en comunidad, y buscar la excelencia con pasión, perseverancia, armonía y generosidad. Vamos por buen camino.
Incluso en quienes pasan por Tinkuy pocos años, cuando la familia lo permite, la experiencia tiene un impacto positivo en su carácter. Una mamá me dijo hace no mucho al despedirse: "Tinkuy marcó un antes y un después en mi maternidad". "Las huellas de Tinkuy se ven en mis hijes", me comparte otra mamá, y luego me cuenta una anécdota de cómo su hijo enfrentó el bullying de unos compañeros a otro. "Mi hija no sería la persona que es sin todo lo que Tinkuy le dio, aunque ella ahora no se dé cuenta", comenta otra mamá. "La mitad de lo que mi hijo es hoy, se lo debe a Tinkuy", dice otra más.
Estamos aquí para equipar, alentar e inspirar a quienes buscan vivir más plenamente y con propósito, transformar su vida, su familia, su comunidad y el mundo para bien, y disfrutar la ruta.
