Las grandes rocas

Por Inés Kudó

Antes de terminar el trecho pasado, tuvimos la segunda reunión con mamás y papás de Tinkuy. Para preparar la reunión, releí las opiniones de las familias en las diferentes encuestas que habíamos realizado hasta el momento, y algo me llamó la atención: las familias que habían avanzado con el Family Badge Plan lo reconocían como un recurso valiosísimo; y sin embargo, era el recurso menos aprovechado, principalmente por “falta de tiempo” o porque muches no le daban prioridad.

Decidí entonces compartir esos resultados y testimonios en la reunión, y propuse como tema de conversación las “Big Rocks”. Este concepto se inspira en este ejercicio clásico de Steven Covey —luego viralizado en Tik Tok—, y hace referencia a las prioridades que tenemos en nuestra vida. En este caso, propuse a las familias reflexionar sobre nuestras prioridades como adultes y también las prioridades que queremos asegurar para nuestros Pumas en el tiempo que los tendremos bajo nuestra tutela. ¿Qué queremos para nosotres y qué queremos para elles? 

Nos reunimos en tres grupos, tres días diferentes. Fueron conversaciones e intercambios muy íntimos, honestos, vulnerables; muestras de verdadera construcción de comunidad que me llenaron de alegría.  Aunque la dinámica y los resultados en cada grupo tuvieron sus propios matices, la esencia de lo que reconocieron como prioritario fue común a todes.

Las grandes rocas para mamás y papás son el tiempo con sus hijes y con su familia, el tiempo de descanso, el deporte y los hobbies. En un siguiente plano, están el trabajo y el desarrollo profesional; el cuidado de su salud y la vida social (para unes más que para otres). Luego cada une tomó tres piedras y en cada una escribió en una prioridad para su Puma. Fue muy revelador ver que todes o casi todes escribieron “cuidado emocional” o “salud mental”, y la gran mayoría también escribió “familia”. Un tercer grupo de rocas estaba compuesto por las habilidades socioemocionales (“blandas”, autocuidado, autonomía, asertividad, organización, autoconocimiento, etc.). Ciertamente eso no fue todo, pero fue lo que todes, o casi todes, consideraron prioritario.

La siguiente dinámica también fue reveladora, pues tenían que separar sus piedras —rocas— en tres grupos, según quién creían que debería hacerse responsable de asegurar esas rocas en la vida de su Puma: mamá/papá, el Puma mismo, o Tinkuy. A sus Pumas les consideran responsables de forjar amistades y empezar a conocerse; mientras que a Tinkuy le delegaron la responsabilidad de guiar el aprendizaje, y en particular mencionaron las Core Skills: leer, escribir, matemáticas, inglés. Pero eran solo unas cuantas rocas.

Puma

Quisimos ahondar en lo que esperaban que Tinkuy ofrezca a sus Pumas. Lo que salió como prioridad fueron la resolución de conflictos y las discusiones socráticas, elementos de nuestra propuesta que desarrollan, entre otras cosas, la comunicación oral, la escucha activa, la asertividad, la empatía, la capacidad de análisis y síntesis, el pensamiento crítico y la flexibilidad. Las Core Skills se mantuvieron entre las tres prioridades más altas (de 36 papás/mamás que votaron), como ocurrió en el ejercicio de las rocas, seguida por poco del liderazgo y servicio y de jugar con otres. 

Tinkuy

Pero no fue sorpresa cuando la mayor cantidad de rocas se concentró en el grupo de mamá y papá. El cuidado emocional, la familia, el deporte y el arte, los viajes, las habilidades socioemocionales y las rutinas son —según mamás y papás— responsabilidad suya. Evidentemente, la carga de responsabilidad e importancia de la tarea, en cuanto a volumen, recae abrumadoramente sobre mamá y papá. 

Mamá y Papá

La naturaleza de la tarea requiere no solo de tiempo directo, sino de mucho trabajo personal (que supone más tiempo “indirecto”). Esto es algo que varias mamás —y tal vez algún papá— resaltaron: “tengo que trabajar en mí para poder darle lo que necesita”. El problema es que en nuestra vida cotidiana, como bien lo ilustra el mencionado ejercicio de Covey, las cosas pequeñas, las urgencias, los deberes y las nimiedades son como la “grava” y la “arenilla” de la vida, que llenan nuestros días y no dejan tiempo para lo importante. 

La clave, dice Covey, es poner las rocas grandes primero. Si ya tenemos claro qué es lo importante y lo ponemos por delante, será más difícil que sea desplazado por la arenilla de lo cotidiano. Entonces: tiempo de calidad en familia, crianza, cuidado emocional… esas son las grandes rocas para la mayoría de mamás y papás, tanto para sus vidas como para las de sus Pumas.

Coincidentemente, esas también son las grandes rocas del Badge Plan Familiar: familia, crianza y cuidado emocional. Entonces, volviendo al tema que mencioné al inicio. ¿Por qué pocas familias avanzan en sus badges?: por falta de tiempo, porque no lo priorizan, lo encuentran abrumador, o no lo terminan de entender. Por eso aproveché para explicar brevemente en qué consistía el Badge Plan. Y les comenté que, además de las badges requeridas —que abordan justamente esos temas desde diferentes ángulos—, hay varios libros recomendados como badge books electivos para ayudar a cada familia a alcanzar sus objetivos mientras avanzan su plan. De eso se trata, armar un plan a la medida de cada quien. 

A mí, personalmente, nunca se me ha dado mucho por la lectura. Me da por épocas; no soy un “book worm”, realmente. Aun así, en los libros que recomendamos en esa lista he encontrado joyas y luces que han guiado mi camino de mamá, y lo han hecho más rico, disfrutable, pleno. Para nada perfecto, pero definitivamente mejor. Por eso quiero compartir unos cuantos regalos que me dejaron algunos de estos libros (seguro una lista injusta, porque fue mucho más que eso). 

  • Entre Padres e Hijos es un libro que me regaló una colega cuando mi hijo nació y me pareció una joya. Aprendí de este libro el significado del respeto a les niñes, y a través de él, re interpreté mi propia infancia y la forma cómo nos trataron. Me hizo consciente de las palabras que utilizamos con les niñes y me ayudó a construir una comunicación respetuosa y consciente con mi hijo desde pequeño. Creo que me tocaría volver a leerlo ahora. 

  • The Optimistic Child me enseñó que la necesidad de la frustración y el sufrimiento naturales en la vida de les niñes para construir la resiliencia y prevenir la ansiedad, la depresión y otros trastornos. Me confirmó que la sobreprotección es una forma de dejar en desamparo emocional a une niñe, y me aclaró que la forma más efectiva y duradera de fortalecer la autoestima es a través del logro real y no del trofeo de participación.

  • The Talent Code me ayudó a entender mejor lo que significa la práctica deliberada y el valor del error, así como la importancia de la mielinización en el aprendizaje. Estos son conceptos que uso mucho con mi hijo cuando está aprendiendo algo nuevo, para acompañarlo más eficaz y empáticamente. 

  • The Price of Privilege me hizo pensar en lo que significa estar realmente presente y el sufrimiento real de adolescentes que parecen “tenerlo todo”, comparativamente, pero se sienten desconectades. Me hizo pensar en cuándo estoy físicamente con mi hijo y cuándo estoy 100% presente, en mente, corazón y todo. Esto último a mí me cuesta mucho en general, y requiere de un esfuerzo consciente. Este libro me recordó que no basta con ir, llevar, asistir; se trata de conectar, escuchar, mirar, devolver. No todo el tiempo, pero sí suficiente. 

  • The Power of TED me hizo entender las dinámicas transversales a un sin fin de relaciones y situaciones. Es un libro muy potente y sencillo. Casi un cuento, con un estilo medio de autoayuda, pero si superas prejuicios y superas superioridades, podrás disfrutar de una narración que, a través de una potente metáfora, describe patrones de crianza muy enraizados en nuestra cultura y que tratamos de combatir día a día en Tinkuy.

  • The 5 Love Languages of Children es un libro muy tierno y sencillo que en su momento me ayudó a entender mejor a mi hijo y a mí misma, y con ello a encontrar mejores formas de hacerle sentir mi amor. También de expresarlo a otres a mi alrededor. Tiene una visión algo religiosa, pero eso es realmente marginal al aporte fundamental del libro, y con una mente abierta y tolerante, hay mucho que recibir.

  • NurtureShock me enseñó cosas interesantes sobre les niñes y adolescentes, como lo importante de entender y respetar el ciclo del sueño adolescente, la necesidad de abordar adecuadamente la mentira en la infancia —y no minimizarla ni negarla— y por qué cuando les niñes acusan a otres no hay que tratarles de “acusetes”.

  • Difficult Conversations es un libro muy potente para mejorar la comunicación en la familia, con la pareja, en el trabajo, en todo lugar; es fantástico y realmente me llevó a una reflexión profunda. Si todes tuviéramos este entrenamiento y disposición, otro sería el mundo; pero no es fácil ponerlo en práctica. Es un trabajo permanente.

  • Positive Discipline A-Z fue mi acercamiento práctico a la disciplina positiva, y me ayudó a resolver varios temas pendientes de crianza y autonomía con mi hijo de una manera muy expedita y sorprendente para mí. Me sorprendí de él, de mí y de lo que podíamos lograr con algunas simples técnicas y frases (y mucha fe). Me ayudó a tener confianza para atravesar la tormenta. Lo recomiendo a casi todas las familias que me piden consejo de casi cualquier cosa.

Me queda aún mucho por leer y aprender. Yo sé que puede ser abrumador ver tanto por leer y por pensar, pero a mí me sucede que deja de ser abrumador y pasa a ser emocionante cuando tengo claro que el propósito es darle a mi hijo esa Big Rock mientras crece a mi lado. Entonces encuentro oportunidades, y tomo ayuda e inspiración de donde vengan, y continúo en esta labor que me ha tocado; haciendo lo mejor que puedo y disfrutando lo más posible. Con ese espíritu he diseñado el Family Badge Plan, y con ese espíritu lo seguiremos alimentando y mejorando. Pero solo tú puedes ponerlo a tu servicio: ¿qué prioridad —tiempo— le darás a tu Badge Plan y con qué propósito?