Identidad

English version →

Tinkuy Marka significa en quechua "punto o lugar de encuentro". Es utilizado también para referirse al punto donde dos ríos se encuentran para formar uno más grande. También significa "encuentro de pueblos". Para nosotres, ese es el sentido de un lugar dedicado al aprendizaje, la confluencia de personas, ideas, visiones, emociones, para crecer y formar algo más grande que transforme el mundo.


El Puma Andino

El Puma Andino es la mascota de Tinkuy Marka Academy, elegida por votación en diciembre de 2018. Nuestres héroes han escogido, así, llamarse Pumas de ahora en adelante.

IMG_4691.jpg
WhatsApp Image 2019-12-04 at 4.17.30 PM.jpeg

Pumas de Tinkuy

En Tinkuy no usamos la palabra “estudiantes” porque denota una relación vertical que coloca a les niñes bajo la autoridad de une adulte que le enseña. Nuestres héroes escogieron llamarse Pumas al elegir al Puma Andino como la mascota de Tinkuy en 2018. Esto llevó también a cambiar nuestro logo, que elegimos por votación en comunidad.


Nuestro nuevo logo

Una identidad compartida

En octubre de 2021, toda la comunidad de Tinkuy (Pumas, familias y personal) eligió democráticamente el nuevo logo para que refleje esta identidad.

Este nuevo logo representa el protagonismo de cada Puma para crear su propia ruta de aprendizaje y de vida, en libertad y buscando un propósito que cambie el mundo.

El Puma subiendo la montaña por sus propios medios refleja el coraje y la autonomía que cada niñe y adolescente demuestra y practica día a día al hacerse cargo de su aprendizaje y de sus decisiones.

La montaña es el crecimiento, los retos de la vida y del aprendizaje, algunos más empinados y escarpados que otros. Un lugar para encontrarnos con nosotres mismes, y compartir trechos y momentos de la ruta con otres. La cima de la montaña representa el propósito, esa razón de vivir en la que un Puma pone sus talentos únicos al servicio de algo que ama hacer y que cambia el mundo para mejor. Para alcanzarla se necesita no solo perseverancia, sino integridad, generosidad y gratitud, nuestros cuatro pilares del carácter.

La flor revela la presencia constante y natural de una comunidad de aprendizaje que acompaña pero no interfiere, que —desde atrás— enmarca pero no controla. Es la comunidad que apoya a cada héroe en su viaje, equipándole con herramientas, procesos y sistemas para pensar con claridad, tomar buenas decisiones, construir buenos hábitos, forjar un carácter noble y crear su destino. Es la continuidad de nuestras raíces.


Nuestro logo original

isotipo.png

Nos fundamos con este logo: al centro, el corazón, porque simbolizaba el amor desde el cual partió nuestra propuesta y que se mantiene al centro de nuestra tarea formativa. También representa el corazón de cada niñe, sus aspiraciones, su bienestar.

La casa simboliza el espacio seguro, alegre, acogedor y provocativo. Un entorno familiar, no masivo, en el que nuestres hijes pueden dar rienda suelta a su imaginación, explorar y descubrir nuevas cosas, crecer sabiéndose segures y cuidades. Era una referencia, también, a la idea del homeschooling, que fue la semilla de la cual surgió esta propuesta. Pero somos más que homeschooling. Y por eso la flor, que representa la comunidad y la convergencia de familias en torno a una educación y crianza diferentes.

Luego vino el Puma Andino como mascota. La comunidad tomó su propia identidad, y los Pumas se ubicaron al centro de su ruta. Por eso, el protagonismo en el logo ha pasado de la casa y la protección, al empoderamiento, la autonomía y el protagonismo del Puma.


Carta de Presentación

Por qué fundé Tinkuy Marka Academy

Lima, Setiembre, 2017

Hola, mi nombre es Inés Kudó y fundé Tinkuy Marka Academy en 2017 como solución al problema de no encontrar en Lima un colegio para mi hijo de 3 años que nos encante a ambos. El nido/colegio en el que lo matriculé no le gustó y tuve que retirarlo a medio año porque sufría mucho. Superamos esa experiencia pasando a la propuesta Reggio Emilia de La Casa Amarilla, con la que tenemos mucha sintonía. Pero eso no resolvía lo que vendría después. No me imaginaba poniéndolo en un colegio tradicional para que pase los 12 años siguientes sentado tras una carpeta escuchando clases, sus tardes llenas de tareas, y dando exámenes que no estimulan su creatividad ni alimentan su amor por aprender. 

Mi hermano Daniel llevaba años investigando opciones de homeschooling para sus hijas, y me insistió en que debiéramos abrir una micro escuela para nuestros hijos. Preocupada por las limitadas opciones existentes, me animé a investigar el tema. Fue así como encontré Acton Academy y me convencí de que teníamos que construir algo así acá en Lima (hemos resumido lo más inspirador aquí).

Las micro escuelas se inician así, con padres preocupados por la educación de sus hijos, que deciden tomar el asunto en sus propias manos. Siendo yo una especialista en educación y habiéndome dedicado los últimos diez años a trabajar por la educación pública en el Perú, sentía que tenía los elementos para lanzarme a esta aventura y aportar al escenario educativo desde otro ángulo también. Y así, nuestra primera victoria fue lograr afiliarnos a Acton Academy (ver aquí). Estamos nutriéndonos de toda su experiencia y know-how para hacer la mejor versión peruana que podamos soñar. 

Como lo bueno es mejor cuando se comparte, decidimos invitar a otras familias que están en esta misma búsqueda a formar parte de este proyecto. Y así es como comenzamos. Para ustedes hemos preparado esta página, esperamos que les sea útil e inspiradora.

Escogí el nombre de Tinkuy Marka no sólo por su significado literal, explicado más arriba, sino por el significado personal que tiene para mí. Tinkui Marka (con “i”) fue el nombre de un grupo que formamos con amigos de la época del colegio. Uno de ellos era Javier Coello, con quien muchos años después me casé.

Con "Tinkui" nos embarcamos en muchos proyectos durante nuestra época universitaria. Trabajamos con pasión y dedicación, juntes, en las causas en las que creíamos y así nos hicimos adultes. En este artículo, Javier cuenta la historia de la primera Academia que creamos, como Tinkui, a los 17 años. 

Con Javier cultivamos una amistad profunda de 22 años, 6 de ellos -muy jóvenes- como pareja. Fue su cáncer el que nos juntó nuevamente y nos hizo ver lo que significábamos el uno para el otro. Decidimos casarnos y poco después Javier fue internado. Nos casamos en la clínica. No íbamos a dejar que la muerte nos arrebate nuestro sueño de formar una familia. Javier falleció unos meses después, a los 37 años, sabiendo que nuestro hijo ya estaba en camino. 

Javier tenía una fe profunda e inquebrantable. Dedicó su vida al servicio de los demás, del desarrollo sostenible e inclusivo. Innovó con proyectos de electrificación rural y energías renovables, con los que ganó premios internacionales. Esta y esta son dos bonitas reseñas de su vida.

Vivió sus últimos meses confinado a una cama, pero irradiando gratitud y paz. Decía frecuentemente que se sentía bendecido por el amor que lo rodeaba, sorprendido del aprecio de tanta gente cuyas vidas él había impactado, a veces sin imaginar él mismo cuánto. 

Escoger Tinkuy Marka como nombre es mi manera de conectar a Javier, tenerlo presente en esta propuesta que es para nuestro hijo. Y, ojalá, para les hijes de muchas familias más que confluyan en este nuevo cauce. 

Inés Kudó, Fundadora

Valores →