Cuando el cambio llama a tu puerta: Crónica de una bienvenida al cambio

Por Giannira Giunti

Darle la bienvenida a lo nuevo es un acto de valentía. ¿Cuántas veces nos hemos resistido al cambio y elegido quedarnos en lo conocido, incluso cuando aquello que nos espera al otro lado es algo que deseamos?  Como humanos no somos muy amigos de la incertidumbre, preferimos un camino predecible y controlado. Y sin embargo, es en esa incertidumbre donde se encuentra el terreno perfecto para las transformaciones más potentes. 

En la tribu de Discovery, vivimos el cambio de muchas formas: los sistemas, acuerdos y rutas de aprendizaje están en constante movimiento, es decir, van tomando distintas formas. Uno de los cambios más esperados por los Pumas es el paso de un estudio a otro.

Este trecho, Discovery le da la bienvenida al cambio de una manera especial porque recibe a dos Pumas del studio Spark; un tránsito cargado de expectativas, desafíos y, sobre todo, de posibilidades. Este proceso implica abrazar lo nuevo tanto para quienes llegan como para quienes los acogen.  Es un encuentro emocionante de observar entre lo conocido y lo nuevo, donde surgen preguntas, se confrontan diferencias y se reformulan perspectivas.

Este momento es vivido por los Pumas de diferentes formas, y ese es el aprendizaje más valioso. Cada corazón acoge el cambio de forma única. Algunos Pumas lo reciben con emoción y curiosidad, ansiosos por conocer y construir vínculos. Otros lo observan con cautela, buscando entender cómo encajan las nuevas piezas en el conjunto. La tribu descubre que dar la bienvenida es distinto para cada uno: unos ofrecen su conocimiento sobre los sistemas y acuerdos; otros ofrecen una mano y dan consejos: “Para estar en Discovery hay que hacer preguntas, a mí, al Council, a tu mentor… no tengas miedo, se vuelve más fácil”, “Te recomiendo que no te enfoques en una sola meta, ponte 2 o 3 y reparte tu tiempo”, “Yo puedo ser tu sombra y ayudarte cuando seas el Puma a cargo del snack”. Algunos otros prefieren ofrecer su compañía y escucha, acercándose con preguntas o una invitación a jugar.

Por su parte, ¡los nuevos Pumas se enfrentan a hábitos y desafíos distintos!  Preguntas que pueden no llegar a formularse pero se sienten adentro: ¿Cómo sentirme parte de la tribu?, ¿Cómo aprender lo que ya está establecido?, ¿Quién me puede ayudar?, ¿Cómo puedo contribuir? Cuestionamientos importantes que, al navegarlos, permitirán crear herramientas valiosísimas para su ruta de vida.

Recibir lo nuevo es más que aceptar un cambio: es una invitación a reinventarse y a crecer. Cuando damos ese paso y enfrentamos la incertidumbre, no solo damos la bienvenida a lo diferente, sino que también permitimos que nuevas versiones de quiénes somos emerjan.

Cada transformación, por pequeña que sea, deja algo distinto en nuestro ser y en nuestra comunidad. ¿Qué pasaría si nos atreviéramos a abrazar el cambio con más frecuencia? Quizás descubriríamos que cada viaje, por más incierto que sea, tiene el potencial de esculpirnos en algo más auténtico y profundo. ¿Cuántas versiones nuestras están aún esperando nacer?