Por Inés Kudó
En Tinkuy tenemos un sistema de rendición de cuentas (Strikes y Hero Coins) que existe para proteger la seguridad de cada héroe y fomentar el valioso aprendizaje de vida de que cada decisión tiene consecuencias. Tinkuy ofrece guardrails (límites) no negociables a través del Código de Honor, que se basa en nuestros pilares del carácter y el cuidado (de sí mismes, les demás y su entorno). Además, cada studio se pone de acuerdo en un Studio Contract que establece sus estándares de convivencia.
Entienden que la consecuencia más natural de romper una regla importante —hacer daño, no dejar trabajar, mentir— es retirarse temporalmente del grupo. Ese tiempo y distancia (que pueden ser 5 minutos, 1 hora o varios días) le sirven al Puma para calmarse, tomar perspectiva y reflexionar. Cuando se siente listo para volver a unirse al grupo y respetar las reglas y límites, elige retornar sabiendo que será recibido con alegría. Combatimos la vergüenza y la culpa en el error, fomentamos la responsabilidad, la resiliencia y la reflexión. Su retorno es celebrado porque es lo más heroico que existe: levantarse luego de haberse caído, elegir mejorar, volver a intentar, decidir seguir adelante.
Predictibilidad y Consistencia
El sistema se sostiene en dos pilares que aseguran su efectividad: la predictibilidad y la consistencia. Predictibilidad porque existe libertad para tomar decisiones y actuar dentro de límites claros y conocidos por todes. Las consecuencias “legales” para cada acción o decisión que cruce un límite deben ser proporcionales, progresivas, y anunciadas y conocidas de antemano.
Los Pumas así aprenden que cada decisión tiene una consecuencia predecible: si mienten, obtienen un strike; si acumulan tres strikes, obtienen un reseteo en casa; si acumulan tres reseteos en casa, ya no pueden volver a Tinkuy. Sobre todo saben que pueden tomar decisiones diferentes para evitar los strikes, y si pasan seis semanas sin obtener un strike, todos sus strikes y reseteos se borran. No existen sorpresas, ni consecuencias inesperadas o retroactivas.
La consistencia es la otra pata del sistema, porque las consecuencias son las mismas para todes y se dan siempre de la manera en que fueron anunciadas. Les guías, aunque sientan simpatía por el Puma o presión de las familias, no pueden hacer variaciones, excepciones, o usar su discrecionalidad.
Esto es importante porque cuando hay discrecionalidad, la decisión final recae en le adulte y les niñes pierden el control sobre las consecuencias de sus propias decisiones. Ocurre con frecuencia en los sistemas tradicionales de disciplina, tanto en casa como en la escuela: si le adulte decide “perdonar” una falta, o ignorarla, si es más permisive con une estudiante (o hije) que con otre, etc. Les niñes desarrollan en ese contexto una mentalidad de víctima ( “a mí no me perdona”, “el profe es malo conmigo”) por su falta de control sobre la situación. Por eso, todo Puma que cruza un límite, sabe que la consecuencia se aplica, sin excepción. Si sabe que no cruzó el límite, o fue malinterpretado, puede apelar al Council, que es una instancia de Pumas elegidos por sus pares para decidir sobre las áreas grises. La discrecionalidad no está en manos de les adultes.
¿Por qué un strike no se “perdona”?
Imagina esto, un Puma sabe que mentir conlleva un strike y decide mentir para no meterse en problemas. Al verse descubierto, se asusta y trata de evitar el strike con excusas, disculpas y promesas de no volverlo a hacer. Su guía le “perdona” el strike, y el Puma siente que “controló” esa situación. A la siguiente vez, hace lo mismo, pero no recibe el “perdón". El Puma no entiende qué hizo diferente, si esperaba el mismo resultado, ha perdido el control. Otro Puma hace algo parecido, pero él sí recibe el strike. El Puma piensa que la situación es igual, y su guía injuste. Le guía ve diferencias, considera factores que los Pumas no ven o no entienden.
Los strikes no son castigos, sino recordatorios para el Puma de que ha cruzado una línea, y una invitación a pausar para reflexionar. A veces, las líneas no son tan claras para un Puma (incluso para su familia): lo que para uno puede ser una broma inofensiva, para la persona sujeta a la broma puede ser hiriente, ofensivo, irrespetuoso; lo que para el Puma es una "mentira blanca" o "mentira justificada" para Tinkuy es una mentira; lo que para un Puma puede ser una “cita sin comillas” para Tinkuy es plagio. El strike señala al Puma dónde están los límites y estándares que se espera honre en nuestra institución, y en una vida de honor y servicio. Siempre puede elegir no aceptarlos y retirarse libremente de Tinkuy, o aceptarlos y formar parte de la comunidad. Esta es la libertad que tiene y la reflexión que le invitamos a hacer a un Puma cuando cruza repetidamente los límites y se va acercando a los nueve strikes: ¿puedes/quieres respetar estos límites o prefieres estar en otro lugar que no te pida esto?
Se espera que ante un strike, un Puma reconozca su error, o su contribución a la situación. Por eso, los strikes y consecuencias ocurren aún si el Puma reconoce su error. Vistos como recordatorios, y no como amonestaciones, los strikes no se "perdonan", se mantienen para que justamente ayuden a recordar el límite cruzado. Pero los strikes se borran por completo si el Puma muestra que ha aprendido de su error y no obtiene ningún strike nuevo en seis semanas. En ese caso, el recordatorio se vuelve irrelevante porque claramente ya lo ha incorporado en su aprendizaje. Este proceso toma tiempo y práctica, no basta el simple reconocimiento del error, porque hay hábitos que deben ser reemplazados.
De hecho, no se deja pasar la discusión sobre un strike si el Puma insiste en que "no fue mi culpa", "yo no hice nada". Si esa es la posición del Puma, entonces debe apelar el strike que considera injusto. Y si apela, debe igual aceptar el veredicto final con mente abierta y reflexionar sobre las decisiones y acciones que le llevaron a ese momento, qué podría hacer diferente y si vale la pena.
Fallar temprano, barato y bastante
En Tinkuy creemos en la importancia de fallar bastante, barato y temprano. Los strikes, al ser recordatorios, no tienen un costo real (excepto si el Puma elige ignorarlos) y en este sentido, son una consecuencia muy barata. Una gran oportunidad de aprendizaje a bajo costo. La libertad que tienen los Pumas para tomar decisiones, conociendo los límites y consecuencias, les ofrece múltiples oportunidades para equivocarse y fallar. Y es mejor que aprendan temprano que copiar o mentir no es aceptable, a que lo hagan de adultes, cuando el precio a pagar es mayor y las consecuencias para otres son reales.
Con la predictibilidad y la consistencia del sistema de rendición de cuentas, los Pumas aprenden que ellos tienen el poder de cambiar su rumbo con decisiones diferentes. Este sentido de agencia es muy poderoso para su desarrollo autónomo: incrementa su confianza en sí mismos, en el entorno, su motivación, sentido de responsabilidad, aprecio por la libertad y autoestima.
Cuando un Puma acepta un strike con responsabilidad, su decisión de seguir adelante y aprender de la experiencia es celebrada con alegría, porque todes podemos tropezar y caer. Les héroes son quienes escogen levantarse y volver a intentar. Enfocarse en la decisión que emerge del error y la experiencia, es el mayor valor que un strike tiene para un Puma y su tribu. La culpa y la vergüenza, tradicionalmente asociadas a un castigo, son reemplazadas por la reflexión y el aprendizaje, el castigo con la celebración.
Solo funciona si en casa se respetan estos principios
Este enfoque de rendición de cuentas solo funciona cuando las familias de Tinkuy comprenden la naturaleza de los strikes:
No son castigos, y por tanto, los Pumas no deben ser castigados en casa por obtener un strike en Tinkuy. Eso distorsiona severamente el sentido del proceso de reconocimiento del error, la agencia y la autoestima de los Pumas. Es importante acompañar a nuestros Pumas luego de un strike de la manera más empática y socrática.
Se trata de decisiones, no de identidad. Un strike es resultado de acciones o decisiones en un contexto. Por tanto, no debe interpretar el strike como un juicio de valor sobre el carácter del Puma o la familia. El strike ayuda al Puma a identificar decisiones y conductas concretas que él puede y debe cambiar para ser parte de nuestra comunidad. A veces a papás o mamás les parece exagerado, o injusto, y protestan (aun cuando el Puma no). En esos casos, es importante que vuelvan a leer la nota de Mamás y Papás en Ruta de Héroes antes de intervenir y examinen los motivos de su malestar: ¿por qué me molesta tanto si a mi Puma no? ¿esto tiene que ver más con él o conmigo? A todes nos cuesta cuestionar costumbres y prácticas que hemos asumido como normales e inocuas y no necesariamente lo son, y nos toca desaprender y volver a aprender con el corazón abierto.
Si en casa sentimos que los límites y sistemas que Tinkuy propone no van con nuestra familia, es importante reconocerlo y retirarnos, pues esa tensión no favorece el desarrollo de nuestres hijes. Tinkuy es una propuesta diferente y retadora, y no se puede amoldar a la medida de cada mamá o papá.