Esta ha sido una semana corta pero muy productiva. Los héroes Spark-Discovery culminaron su primera versión del “Lip Dub”, su primer producto como tribu. Lo evaluaron ellos mismos siguiendo la rúbrica que se habían planteado, y usaron sus habilidades democráticas para definir por votación su escala de evaluación (del 1 al 5 o del 1 al 10) y el puntaje para cada uno de los criterios evaluados. Aplicaron la matemática para comprender qué significa promediar puntajes y realizar las sumas y divisiones respectivas.
Promedio de puntajes de autoevaluación del Lip Dub
Rúbrica y promedios finales por criterio.
En paralelo, desplegaron su creatividad y sus habilidades artísticas y de escritura, diseñando y elaborando las tarjetas de invitación al “Pop Corn Party”, fiesta en la cual los Spark-Discovery compartirían su logro con los héroes Explorer. Anticipar, organizar y ejecutar los detalles logísticos para la fiesta fue también un reto muy importante: los estudiantes tuvieron que elaborar la lista de compras, definir los criterios que hacen a un estudiante un buen candidato para salir a la calle a comprar – acompañado de la guía, por supuesto- llevar a cabo la votación, realizar las compras, hacer las cuentas, entregar las invitaciones a tiempo, preparar la limonada, el pop corn y la ensalada de frutas, disponer de los vasos y otros utensilios, hasta lograr una mesa hermosa digna de una celebración muy especial.
Y ese espíritu de celebración es algo que empieza a emerger como un ingrediente esencial de esta pequeña comunidad de aprendizaje, recordando que celebrar se relaciona a la abundancia y, por ello, a la gratitud, uno de los pilares del carácter de los héroes que florecerán en Tinkuy Marka. Con este espíritu, Joaquín tuvo la iniciativa de vestirse formalmente para cumplir con su rol de maestro de ceremonias, con lo cual presentó con sentidas palabras “el trabajo que les tomó mucho esfuerzo”. Los pequeños Explorer, por su parte, gozaron inmensamente no solo de participar en los ensayos y la filmación del “Lip Dub” sino, sobre todo, de ver con atención plena el producto culminado junto a los mayores. ¡Felices de verse y ver a sus compañeros en la tele!
En el studio Explorer, los héroes conquistaron un mayor sentido de grupo y comunidad, hilo conductor que les permite realizar juegos entre sí, compartir el snack alrededor de una mesa y hacer sus firmas en un círculo que no solo los estructura y les permite organizarse a nivel espacial, sino que también los conecta, los contiene y les brinda seguridad. Y como la seguridad también parte de la presencia plena, participaron con gran compromiso de una linda sesión de yoga que los dejó queriendo más. De esta manera, la confianza en sus guías, en sus compañeros, en el entorno y en ellos mismos, sigue un curso favorable, aspecto necesario para vivir y aprender felices.
Cerramos así la tercera semana celebrando como tribu. Y para ello, qué mejor que alimentar el espíritu con prácticas de mindfulness, la mente con desafíos que integran el arte, la matemática, la comunicación y las relaciones sociales, y el cuerpo con rica fruta y canchita seleccionadas y preparadas por ellos mismos para compartir.