Por Inés Kudó
En la última reunión del año con los Mapaches líderes de nuestra comunidad, les pedí que me ayudaran a pensar cómo comunicar lo que significa la experiencia Tinkuy para los Pumas y familias que se comprometen con su propio crecimiento y con la construcción de una comunidad learner-driven.
Con generosidad y honestidad, compartieron lo que ha significado para ellos, y para otras familias con quienes han compartido ruta, esta experiencia y me sugirieron contarla desde la perspectiva de un Mapache que busca que su hija tenga una ruta distinta a la que él tuvo, más fiel a sí misma, más auténtica.
Y fue así como surgió la historia de Juan y Clarita, que, aunque parece ficción, está basada en experiencias reales, tanto de nuestras familias como de las familias de Pumas (Eagles) que ya se graduaron de Acton Academy y se lanzaron a transformar el mundo.
Quisiera cerrar el año compartiendo esta historia, co-creada con nuestros Mapaches líderes y que integra la suma de nuestras experiencias y anhelos. Sobre todo, quiero agradecerles a ellos y a todas las familias que este año confiaron nuevamente en Tinkuy y tuvieron la valentía de transitar esta ruta.
¡Felices fiestas!
Un Nuevo Camino: La historia de Juan y Clarita
Había una vez un niño llamado Juan, curioso y lleno de preguntas, que encontraba magia en descubrir las maravillas del mundo.
Cada día seguía una rutina rigurosa. Se levantaba temprano, iba al colegio, hacía tareas, estudiaba hasta tarde y soñaba con un futuro mejor, aunque siempre parecía lejano. A medida que crecía, esa chispa comenzó a apagarse.
Con el tiempo, terminó el colegio, fue a la universidad, consiguió un trabajo, se casó y tuvo una hija. Sin embargo, su rutina no cambió. Se levantaba temprano, trabajaba largas horas, volvía a casa para acostar a su hija y seguía soñando con ese futuro mejor que aún parecía distante.
Un día, su hija Clarita llegó a la edad escolar y Juan descubrió un lugar especial llamado Tinkuy Marka Academy. Allí su hija no solo aprendería, sino que encontraría su propio camino y cultivaría un amor por aprender que la acompañaría toda la vida.
Clarita ingresó a Tinkuy, un mundo sin tareas ni exámenes, lleno de retos y aprendizajes significativos. Ahí, aprendió a fijarse metas, superar obstáculos y liderar con integridad. Era una ruta retadora, pues tenía que enfrentar sus propias limitaciones, temores y resistencias por sí misma y no estaba acostumbrada. Con cada desafío, Clarita crecía más fuerte y segura, logrando aprendizajes que a su edad Juan ni siquiera había imaginado posibles.
Al ver esto, Juan comenzó a notar algo extraordinario en su hija. Su valentía para enfrentar obstáculos, defender sus valores y florecer con resiliencia lo movilizó profundamente. Sin embargo, mientras ella florecía, él comenzó a sentir el peso de sus propias insatisfacciones. Se preguntaba si estaba siendo el padre que Clarita merecía o si su vida había perdido propósito.
Impulsado por el ejemplo de su hija, Juan decidió enfrentar sus miedos y las heridas que lo habían detenido por tanto tiempo. Poco a poco, redescubrió su curiosidad y pasión por aprender. Dejó de perseguir sueños lejanos para vivir plenamente el presente, fortaleciendo su relación con su hija y su esposa. Aprendió a manejar sus frustraciones con calma y a practicar la compasión, tanto hacia sí mismo como hacia los demás.
Pasaron los años y Clarita terminó su ruta en Tinkuy, habiendo encontrado su propósito y preparada para compartir su talento con el mundo. Para entonces, Juan también había transformado su vida profesional y personal, construyendo con su hija una relación profunda basada en respeto, honestidad y apoyo mutuo.
En Tinkuy Marka Academy, creemos que cada persona es un héroe que merece encontrar su propósito y transformar el mundo. Nuestro compromiso es ofrecer un entorno donde el amor por aprender, la resiliencia y la integridad florezcan, permitiendo a cada héroe que cruza nuestras puertas levantar su mirada al horizonte, vivir con autenticidad, crecer en comunidad y contribuir a construir un mundo mejor.
