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El lenguaje que usamos

Por Adriana Seminario

Giulia interviene en una discusión que partió de la pregunta: ¿qué ha sido más difícil esta semana?: ¿seguir las normas del Studio o recordarle al resto que debe seguirlas? Y su respuesta es un claro ejemplo del lenguaje que usamos en el Studio Discovery. Un lenguaje que construye en base a lo que otres han dicho o preguntado; un lenguaje que reconoce nuestras fortalezas y debilidades, que reconoce cuando nos equivocamos y que, sin duda alguna, grita: ¡Yo soy genial! 

“Ya le dije y no me hace caso”; “yo le he intentado explicar varias veces”; “yo puedo ayudarle”; “yo quiero hacerlo”; “¿quién va ganando en el Class Challenge de Prodigy?”; “es que yo tengo algo muy importante que decir”; “yo ya lo hice”... Todas estas frases son ejemplos en los que los Pumas nos dicen que cada uno de ellos (yo, yo, yo) es genial; que se saben geniales y que están orgullosos de serlo. Pero, ¿y les demás? ¿son geniales?

Dave Logan, John King y Halee Fischer-Wright, en su libro Tribal Leadership, nos dicen que solo a través del lenguaje es que las tribus —que se forman naturalmente entre los seres humanos— van creando su realidad. Les autores plantean un proceso de cinco etapas por las que pasa cualquier tribu: 

  • Etapa 5: Inocente Asombro - “La vida es genial”.

  • Etapa 4: Orgullo de Tribu - “Nosotres somos geniales” (y elles no lo son).

  • Etapa 3: Guerrero Solitario - “Yo soy genial” (y tú no lo eres).

  • Etapa 2: Víctima Apática - “Mi vida apesta”.

  • Etapa 1: Hostilidad Desesperanzadora - “La vida apesta”.

Les autores explican que se puede “predecir el rendimiento de la tribu contando el número de personas que habla la lengua de cada etapa y observando quién ocupa posiciones de liderazgo”. Para mí, como guía que acompaña a esta Tribu compleja y maravillosa, es claro que tenemos ahora mismo una tribu de Guerreres Solitaries. 

Eso sí, hay que reconocer que hemos avanzado muchísimo desde que nos encontramos en la segunda mitad del año pasado. En ese entonces, los Pumas utilizaban el lenguaje de la Etapa 2: “Mi vida apesta”. No querían participar en las actividades planteadas; se quejaban de que las cosas eran aburridas y preguntaban constantemente si algo era o no “obligatorio”. Hoy, los Pumas saben que el trabajo que hacen es importante; que elles son importantes; que todo lo que tienen por decir es importante. Saben que son geniales, pero, no obstante, aún no ven a le otre igual de genial que elles, y eso les complica colaborar entre sí; les interrumpe al escucharse, les ensimisma y les aísla. 

Entonces, me pregunto: ¿cómo hacer para que los Pumas pasen de la Etapa 2 (“somos geniales”) a la Etapa 5 (“la vida es genial”)? Es una pregunta compleja, pero la respuesta está en el lenguaje que usamos; mirar a le otre y verle como le compañere que suma, que aporta. ¿Cuántes de nosotres pensamos en le otre como parte de una misma maravillosa tribu? ¿Cómo hacemos las guías para formar una Tribu propia que hable un lenguaje de Etapa 5? Son todos retos en los que estamos poniendo nuestra energía, mente y corazón. Son retos que implican trabajo y autorreflexión, eso que mostraba Giulia en su primera frase. Eso que ponen los Pumas a diario en el logro de sus metas: esfuerzo y trabajo para cambiar la narrativa y “abrir la puerta”, como dice Caetana cuando algo se pone difícil y rendirse parece la opción más fácil. 

Este 2023, nos toca dar un salto como Tribu: dejar la Etapa 3 y saltar a la Etapa 4. Nosotras las guías venimos acompañando, trabajando, pensando… y los Pumas siguen siendo geniales, haciendo el trabajo duro y obteniendo resultados. Que el 2023 abramos muchas puertas; que nos miremos con más amor y empatía, con más ternura y compasión. Pero también con firmeza y excelencia, con deseo de que le otre también sea genial, como yo, como todes. Que este 2023 nos reconozcamos genies y sepamos que ¡estamos cambiando el mundo!