Tinkuy Marka Academy

View Original

Gracias

Por Leyla Ramos, Puma Level 6*

Cuando me echo en mi cama simplemente para descansar y pensar un rato, cuando paso tiempo con mis amigues y me quedo casi sin aire de tanto reír, cuando toco bajo y escucho música, cuando voy al kenjutsu, cuando estoy con mi familia, cuando veo una película que me gusta, etc, estos son momentos que realmente agradezco poder vivir de vez en cuando. Me recuerdan lo valiosa que es la vida y que tengo que disfrutar cada momento, por que sé que algún día ya no podré vivir estas hermosas sensaciones como antes. 

Estas son cosas en las cuales me divierto, me reto a mi misma, me puedo relajar y ser yo misma, mi vida sin ellas no sería igual que en este instante, así que hoy voy a escribir sobre estas cosas y agradecer de tenerlas en mi vida. 

Vengo corriendo ya que estoy a punto de llegar tarde al launch, veo que me quedan 5 minutos o menos. Veo a mis amigues que me saludan con una sonrisa, me cuentan un par de chistes y nos despedimos cuando suena la campana. Entro a mi estudio con una sonrisa y me pongo a reír incluso si estoy teniendo un mal día. 

Mis amigues son personas que siempre me sacan una sonrisa y creo que sin elles mi vida sería más triste. Cada une de elles me recuerdan lo valiosa que es la vida y me han enseñado que lo que más valoro en una amistad es la confianza y el apoyo. Siento que he hecho una buena elección de quienes son mis amigues y quienes no. Elles son personas que siempre están ahí. Un ejemplo de esto es que el trecho pasado cuando estaba a muy poco de terminar mis metas, elles me echaron ánimos para que pudiera terminar. Elles confiaron en que yo lo iba a lograr y me apoyaron para que pudiéramos tener coach en la banda de rock este trecho. Valoro el tener amigues que me apoyen y confíen en mí, ya que hay muchas personas que no tienen eso, y siempre estaré agradecida con elles.

Algo que también hago con algunes de mis amigues  es el kenjutsu  el cual es un arte marcial que estoy aprendiendo con la ayuda de mi profesor Akira, y estoy agradecida con Akira por haberme enseñado esta gran arte marcial que  quiero seguir practicando por muchísimo tiempo. También estoy agradecida con mis amigues que me acompañan en estas clases, ya que elles me ayudan a mejorar mis técnicas y ataques a través de combates amistosos.

Casi siempre cuando vuelvo de Tinkuy llego corriendo, y mi madre (si es que estoy yendo a su casa )o mi padre (si es que estoy yendo a la suya) me recibe, le saludó con un abrazo y le cuento como me fue. Esta es una rutina tan repetitiva de la cual no me canso, aunque yo no sea una persona a la que le encante la monotonía.

El simple hecho de tener a alguien que me reciba en la puerta es algo que agradezco, mi madre y mi padre siempre están ahí para mí, y estoy muy segura de que no me dejarían sola en un momento difícil, gracias a elles tengo un lugar en donde vivir el cual es algo pequeño pero lo suficientemente espacioso como para poder hacer todo de una manera tranquila. Sé que cuando estoy en un mal momento siempre tengo a quien contarle lo que me esta pasando y si no fuera por mi madre y mi padre y por lo mucho que me apoyan no podría haber logrado varias cosas.

Hace tiempo elegimos alquilar este departamento, y con el tiempo le he agarrado cierto cariño aunque desde que estoy pequeña he sabido que en algún momento no tan lejano nos mudaremos para estar más cerca a Tinkuy y para tener un lugar más espacioso y grande en donde podamos vivir tranquilas. 

En el departamento 501 hay muchos recuerdos, como cuando llegué a mi casa y elegí mi cuarto solo porque había un pequeño cuadrado verde en el interruptor para prender la luz o cuando una amiga vino a mi casa por primera vez cuando teníamos tan solo 6 años; o ahora en la actualidad cuando entraba a mi cuarto y me ponía a practicar las canciones de la banda con mi bajo y cuando saludaba al perro llamado Maki que era el perro del vecino. Bueno, el punto es que agradezco lo que este departamento me ha dado y también a las personas que ayudaron a que pueda vivir gran parte de mi vida en un lugar muy bonito en el cual construí muchos recuerdos. 

Los sábados en la noche llegó a la casa de mis abuelos y los saludo, mi tío me abre la puerta y entro, agarro el bajo y mi tío me pregunta si practiqué lo que me enseñó. Y yo respondo diciendo "claro que lo practiqué", y después continúa explicando una cosa nueva o simplemente me mira con una sonrisa mientras estoy tocando.

En mi familia hay unas cuantas personas que me han enseñado mucho aunque no podría decir que son mis profesores a excepción de una persona, mi tío, quien me enseñó a tocar el bajo. Él me ha enseñado mucho y creo que sin sus correcciones no hubiera podido estar en la banda. Él me ha enseñado  que no importa cuánto talento tengas, si no te esfuerzas ni prácticas, todo ese talento se echará a perder. La razón por la cual estoy agradecida con mi tío es por tener la  paciencia de enseñarme paso a paso para perfeccionar cada detalle y cosa que hago para poder pasar a lo siguiente. Creo que si es que en algún momento llego a estar tocando bajo en algún evento grande cuando tenga más edad estoy segura de que él seguiría echando ánimos desde el público, y creo que gracias a su apoyo y paciencia al enseñarme lograré muchas cosas.

Usualmente después de practicar bajo con mi tío hablo con mis abuelos. Elles me preguntan cómo me fue en la banda o en Tinkuy, y yo les cuento como me fue, elles me escuchan atentamente y me cuentan su opinión del tema. Nos quedamos hablando como por 1 hora y después nos vamos a dormir.

Mis abuelos siempre me escuchan cuando les hablo y siempre me cuentan anécdotas que me dejan llorando de la risa. Les agradezco a elles por siempre sacarme una sonrisa en los momentos más difíciles y estresantes y también por celebrar conmigo cuando logro algo importante. Como cuando acabé mis metas del trecho, elles me llevaron a pasear a Plaza San Miguel para celebrar.

Usualmente cuando llego a mi casa apenas abro la puerta corro a mi cuarto agarro el bajo y me pongo a practicar poniendo la canción que quiero tocar de fondo.

En sí la música en mi vida es algo que adoro desde chiquita. La música me deja ser yo misma, no tengo que hacer mucho esfuerzo para disfrutarla, solo tengo que escucharla o tocarla y ya nada más. Esto me desestresa y me deja olvidarme de lo que estoy haciendo. Agradezco tener la música en mi vida, ya que sin ella no tendría una manera para dejar de pensar en lo que no me deja dormir por las noches.

Estoy tratando de terminar mis metas para poder estar en la banda el siguiente trecho, me falta muy poco y sinceramente me esfuerzo mucho para no tirar la toalla en los últimos minutos. Una parte de mi mente dice que ya fue, y la otra me dice que continúe, y por alguna razón le hago caso a la parte que dice que no me rinda. Luego mis dedos tipean a una velocidad que no puedo describir, termino con 30 segundos de sobra.

Casi siempre dejo las cosas para el último minuto pero siempre hay una cosa que me salva de no completar las cosas, eso es él hecho de no rendirme aunque quiera. Ni siquiera yo sé por qué siempre dejo todo para él último minuto, pero es un buen avance a comparación del año pasado en el que ni siquiera lo intentava. Y ahora lo he estado logrando, aunque sea al último minuto, por eso estoy agradecida con esa parte de mi mente que no me deja rendirme aunque parezca que no lo voy a lograr.

Estos son aspectos de mi vida con los cuales estoy agradecida y siempre lo estaré. Este texto me ha hecho darme cuenta de todas las cosas que tengo y de lo que significan para mí.

*Este post ha sido publicado sin edición, tal como fue entregado por la autora.