Esta semana los héroes de Spark-Discovery experimentaron la responsabilidad de la libertad. Primero, jugando a “salirse con la suya” pues nadie los va a “castigar”, para luego empezar a comprender que el “castigo” es no aprender, no lograr sus metas, y que de ellos depende abrirse el camino hacia su propio aprendizaje independiente.

Luego de cuatro semanas de trabajo y discusión, los héroes de Spark-Discovery culminaron sus normas de convivencia. Este producto, construido democráticamente, es uno de gran legitimidad para los estudiantes y constituye uno de los principales sistemas de regulación para ellos. Apenas estuvo listo, se puso a prueba. Ellos mismos fueron los responsables de gestionar sus normas. En breve, el Studio empezó a colapsar. Habían decidido que el que llegaba tarde a una actividad (falta) no podría participar de la misma (consecuencia). Luego del refrigerio, nadie llegó a las actividades agendadas; en vez, decidieron hacer una sesión de spa y seguir jugando.

No tardaron en notar que nadie, ningún adulto, vendría a llamarles la atención y corregir su comportamiento. Primero disfrutaron de esa “libertad” de hacer lo que querían, pero al poco rato expresaron su sorpresa: “¡Nos hemos perdido dos actividades!”. Joaquín incluso preguntó: “¿Y va a haber un castigo?”. Al día siguiente, el Studio Spark-Discovery estaría en modo “colapso” durante medio día, luego de lo cual los estudiantes empezaron a organizarse, bajo el liderazgo de Joaquín, desarrollando estrategias para regularse y poder presentarse a tiempo a las actividades y así no perdérselas. Qué importante aprendizaje el de saberse responsables, asumir dicha responsabilidad y encontrar caminos, estrategias y herramientas para conducirse de manera más efectiva. Así, a pesar de los obstáculos y las caídas, estos héroes pudieron terminar su semana cumpliendo varias de sus metas SMART, así como sabiéndose capaces de asumir cada vez mayor responsabilidad de su Studio y de sus procesos de aprendizaje.

Los héroes Explorer, por su parte, continuaron organizándose alrededor de los momentos claves del día como lo son el círculo de saludo, el momento de arte, la hora del refrigerio, el cuento y la despedida. Poco a poco, con un acompañamiento respetuoso y amable, pero al mismo tiempo firme, se descubren capaces de crecer como personas autónomas, conectadas a una comunidad. Continuaron explorando el mundo del jardín y los diversos personajes que allí habitan o nos visitan, principalmente, insectos y aves. También jugaron a preparar tortas de tierra como si fueran chefs profesionales. ¡Cuántas posibilidades de maravillarse con el mundo de la naturaleza! Construyeron casitas a las que pueden ingresar y salir libremente y dentro de las cuales pueden sentirse seguros, y jugaron “Lobo está”, disfrutando la expectativa de la llegada del lobo y, al mismo tiempo, enfrentando el temor que esto les genera, todos estos juegos que les permiten expresar y desarrollar su mundo emocional y social.

Finalmente, esta semana todos iniciaron sus clases de música con una activa y entusiasta participación. Una linda oportunidad para conectarse con este lenguaje y, de manera especial, con la música que vive en el interior de cada uno de estos hermosos héroes.